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1 May 2006 Registro de Medidas y Pesos del Tubo Digestivo de un Ejemplar de Chaetophractus villosus
María Julieta Olocco Diz, Beatriz Quse, Gustavo Gabriel Gachen
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Introducción

Dentro del género Chaetophractus existen tres especies de armadillos (C. vellerosus, C. villosus y C. nationi) distribuidos en la Argentina, Paraguay y Bolivia. El Chaetophractus villosus (peludo) habita desde el oeste del Paraguay y zonas adyacentes en Bolivia, hasta el sur de la provincia de Santa Cruz en Argentina, excepto en la cordillera (Parera, 2002). Dentro de la familia Dasypodidae, el peludo es uno de los más generalistas en cuanto a sus hábitos alimenticios ya que durante el invierno la mitad de su dieta consiste en materia de origen vegetal, mientras que la mayor parte del año se alimenta principalmente de insectos y otros invertebrados, algunos vertebrados pequeños y de carroña (Bolkovic et al., 1999; Nowak, 1999; Superina, 2000). Estos animales cavan debajo de las carcasas de ganado o animales silvestres e incluso dentro de ellas obteniendo ejemplares adultos y larvas de insectos (Bolkovic et al., 1999).

En cautiverio se adaptan a dietas compuestas por alimento balanceado para perros y/o gatos (dietas bajas en agua), frutas y vegetales, carne de caballo, huevos, etc. (Ratajszczak y Trzesowska, 1997).

Según un estudio de Greegor (1975) sobre Chaetophractus vellerosus, esta especie puede distribuirse en los hábitats secos donde otros armadillos no podrían desarrollarse, debido a que son bastante independientes de los alimentos suculentos. Esto es así ya que pueden subsistir con dietas bajas en agua debido a la mayor eficiencia de sus riñones en el uso de este nutriente.

Los mamíferos muestran una amplia variedad en sus aparatos digestivos en relación a sus dietas. Es así como los Edentata, que son principalmente comedores de insectos, tienen mandíbulas con músculos débiles en comparación con los carnívoros, dientes morfológicamente similares entre sí y una lengua larga, tubular y protráctil (Stevens y Hume, 1995).

El estómago de los Dasypodidae es bastante simple; solo consta de una porción de epitelio escamoso estratificado y una mucosa glandular pilórica (Stevens y Hume, 1995). (Ver estómago en Fig. 3.) Un rasgo especial de los xenartros es que en la región pilórica tienen fuertes músculos para triturar los insectos ingeridos (Superina, 2000).

FIGURA 1.

Cavidad abdominal de Chaetophractus villosus.

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FIGURA 2.

Tubo digestivo de Chaetophractus villosus.

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FIGURA 3.

Estómago de Chaetophractus villosus.

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El objetivo del presente trabajo es registrar pesos y medidas del tubo digestivo de un ejemplar de Chaetophractus villosus en cautiverio, sirviendo como datos de base para futuros trabajos en nutrición comparativa, tareas de rehabilitación, y alimentación manual con sonda para ejemplares en recuperación. Por lo tanto, durante la necropsia de una hembra de esta especie perteneciente a la colección de animales de Temaikèn se realizó dicho registro.

Materiales y Métodos

Nuestro estudio se realizó en una hembra adulta de 420 mm de largo y 3.887 g de peso corporal y en buenas condiciones digestivas. El ejemplar tuvo que ser intervenido quirúrgicamente debido a una fractura de su caparazón, pero murió a los pocos minutos del inicio de la intervención como consecuencia de una excesiva inhalación de halotano producida por fallas en el equipo de anestesia inhalatoria.

Inmediatamente se realiza la necropsia correspondiente separándose los distintos órganos vinculados con el tubo digestivo, y se toman medidas morfométricas de los mismos en milímetros con un centímetro de tela. Para el registro de peso de los órganos con contenido se utilizó una balanza de precisión de 1 g (Moretti®, 5 kg × 1g).

El cuerpo, la cabeza y la cola del animal fueron medidos dorsalmente y en forma directa. El ancho de la cabeza fue tomada a la altura de la base de las orejas. El largo de la cavidad bucal (suelo de la boca) fue registrado desde los incisivos hasta el inicio de la faringe, y el ancho a nivel de la articulación mandibular; la lengua extendida fue medida dorsalmente. El ancho del caparazón fue tomado a la altura de la sexta banda siguiendo la curvatura. La cola fue medida en su base considerándose el diámetro. Tanto el esófago como los intestinos fueron medidos en forma directa. El estómago fue registrado teniendo en cuenta su curvatura mayor.

Todos los órganos del tubo digestivo presentaban apariencia macroscópica normal. Había restos de alimento en proceso de digestión tanto en estómago como en intestinos.

La dieta de este animal consistía en alimento balanceado para perros Eukanuba® de mantenimiento para adultos extrusado, manzana y banana. El perfil nutricional de la dieta era de 23% de proteína cruda (MS) y 15% de grasa (MS).

Resultados

El TD del ejemplar desde la boca al ano tenía un largo total de 3.280 mm y un peso de 254 g. Las medidas y pesos de sus órganos están detallados en el Cuadro 1. El largo del tubo digestivo fue de 7,8 veces el largo del cuerpo y su peso con contenido fue del 6,53% de su peso corporal. El contenido estomacal fue de 49 g, equivalente al 1,26% del peso del animal.

El intestino delgado fue de 5,7 veces el largo del cuerpo y el 1,6% de su peso, y el intestino grueso fue 0,91 veces el largo del cuerpo y el 1,9% del peso (incluyendo el ciego).

En la Fig. 1 se aprecia parte del aparato digestivo todavía en la cavidad corporal, y en la Fig. 2 vemos el tubo digestivo extirpado del animal.

Discusión

Si bien los datos publicados por Nowak (1999) detallan como peso promedio de esta especie 2.020 g, el peso promedio de los nueve ejemplares de Temaikèn durante los años 2002, 2003 y 2004 fue de 3.398 g. El peso promedio de este individuo en particular fue de 3.407 g durante el mismo período, acercándose más a los 4.500 g considerado por Vizcaíno y Milne (2001) como peso promedio de sus ejemplares. En la misma referencia se consideran largo de cabeza y cuerpo de 220 y 440 mm, respectivamente, siendo el largo de cola un valor entre los 75 y 175 mm, rango en el cual se encuentran las medidas del ejemplar en estudio, a excepción de la medida de la cabeza.

Si bien algunos edentados como los perezosos (Choloepus hoffmanni y Bradypus torquatus) no poseen ciego (Gilmore et al., 2001) y otros como el Dasypus septemcinctus tiene dos ciegos cortos (Stevens y Hume, 1995), en el Chaetophractus villosus este órgano está bastante desarrollado, siendo de 85 mm de largo en la hembra en estudio. Esto pareciera ser parte de las adaptaciones de esta especie a consumir mayor cantidad de material vegetal que otras dentro de su mismo grupo, y por ende a digerir mayor cantidad de fibra.

Los osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla) son insectívoros estrictos y tienen un intestino delgado que es siete veces el largo del cuerpo y un intestino grueso similar en longitud al cuerpo. Opuestamente a lo que se podría deducir, debido a que el peludo es más omnívoro en cuanto a sus hábitos alimenticios, el intestino delgado y el grueso del peludo en estudio es en relación al cuerpo relativamente más corto (5,7 y 0,91 veces el largo del cuerpo) que el de los osos hormigueros (7 y 1 veces el largo del cuerpo respectivamente) y el de las mulitas (Dasypus sabanicola) (8,29 y 0,825 veces el largo del cuerpo respectivamente), según datos de Stevens y Hume (1995). Considerando otros omnívoros podríamos citar al oso negro (Ursus americanus), cuyo intestino es aproximadamente diez veces el largo del cuerpo, sin distinción entre intestino medio y grueso (Stevens y Hume, 1995). No obstante, para poder determinar la razón por la cual el peludo tiene intestinos relativamente cortos, teniendo en cuenta sus hábitos alimenticios, deberíamos tener más datos que confirmen estas dimensiones. Ya que si estos datos se repitieran podríamos suponer que estamos frente a un animal que solo consume hierbas cuando no tiene otros alimentos disponibles, es decir un verdadero oportunista.

Conclusiones

Dado el carácter preliminar de la información obtenida a través de un único individuo, se hace necesario en el futuro contar con más ejemplares — provenientes tanto del cautiverio como de la naturaleza — a los efectos de establecer valores promedio para la especie, sexo y grado de madurez de los individuos.

Agradecimientos: A Julieta Esmaimann, cuidadora Semi-Senior de Fundación Temaikèn por su colaboración en la necropsia, y procesamiento y toma de fotos; y a las Lic. Biol. Soledad Magallanes y Carolina Beltrami, miembros del Departamento de Conservación de Fundación Temaikèn, por la colaboración en la corrección del trabajo y en la búsqueda bibliográfica.

CUADRO 1

Medidas y pesos registrados de una hembra de peludo (Chaetophractus villosus) durante su necropsia.

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Referencias

1.

M. L. Bolkovic, A. Millones, J. Bono, C. McDonough, and C. M. Ghersa . 1999. Variables que influyen en la presencia de rastros de peludo (Chaetophractus villosus) en lotes agropecuarios de la pampa interior. Actas de la XIX Reunión Argentina de Ecología. Asociación Argentina de Ecología (ASAE), 21 al 23 de abril de 1999, Horco Molle, Tucumán p. 189. Google Scholar

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Notes

[1] María Julieta Olocco Diz, Beatriz Quse, y Gustavo Gabriel Gachen, Fundación Temaikèn, Ruta 25 km 0,700, Escobar (1625), Buenos Aires, Argentina.

María Julieta Olocco Diz, Beatriz Quse, and Gustavo Gabriel Gachen "Registro de Medidas y Pesos del Tubo Digestivo de un Ejemplar de Chaetophractus villosus," Edentata 2006(7), 23-25, (1 May 2006). https://doi.org/10.1896/1413-4411.7.1.23
Published: 1 May 2006
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